Fisioterapia abdomino-lumbopélvica
¿Vives con dolor de espalda, molestias en el coxis o una sensación constante de incomodidad en la pelvis? ¿Has pasado por una cirugía abdominal o ginecológica y aún sientes tirantez o sensibilidad en la zona de la cicatriz? ¿Notas que tu abdomen está abultado o débil, como si no “respondiera” igual después de una diástasis?
Estos síntomas no son normales ni tienes que acostumbrarte a ellos. La fisioterapia especializada aborda tu cuerpo desde su núcleo: trabajamos el dolor, la función muscular, la movilidad y la recuperación del tejido para que vuelvas a moverte con libertad y sin limitaciones. A través de técnicas avanzadas y tratamientos personalizados, tratamos el origen del problema, no solo los síntomas, para ayudarte a reconectar con tu cuerpo, aliviar el dolor y recuperar tu calidad de vida. ¿Necesitas volver a sentirte bien?
Antes de iniciar cualquier tratamiento en fisioterapia abdominopélvica y lumbopélvica, realizamos una valoración inicial completa, con el objetivo de comprender de forma global tu situación clínica, funcional y emocional. Esta sesión nos permite conocer a fondo tu caso y establecer un plan terapéutico personalizado, adaptado a tus necesidades reales.
1. Entrevista Clínica Personalizada:
Comenzamos con una conversación, donde nos compartes tu historia clínica, antecedentes médicos, intervenciones quirúrgicas previas, estilo de vida, hábitos posturales, salud digestiva y urinaria, así como tus síntomas actuales (dolor lumbar, sacrocoxígeo, pélvico, cicatrices dolorosas, diástasis abdominal, etc.). También abordamos aspectos emocionales que puedan influir en la percepción del dolor o la disfunción. Escuchamos tus inquietudes y objetivos, te explicamos el enfoque de la fisioterapia abdominopélvica y resolvemos todas tus dudas.
2. Exploración Física y Funcional:
En la segunda parte, realizamos una evaluación específica y detallada de la región abdominopélvica y lumbosacra por la que acudís a consulta. Valoramos la postura, movilidad de la columna y pelvis, tono y función de la musculatura abdominal, suelo pélvico y diafragma, así como la calidad del tejido cicatricial (en caso de cesáreas, cirugías abdominales o pélvicas). Evaluamos también posibles alteraciones como diástasis de rectos, adherencias, restricciones fasciales o disfunciones viscerales que puedan estar relacionadas con tu dolor o sintomatología. Utilizamos técnicas manuales, test funcionales y herramientas de valoración objetivas para obtener un diagnóstico fisioterapéutico preciso y respetuoso con tu cuerpo.
Con toda la información recabada, elaboramos un plan terapéutico individualizado, enfocado en mejorar la función, reducir el dolor, restablecer la movilidad y optimizar el equilibrio de tu sistema abdominopélvico. Nuestro objetivo es acompañarte en un proceso de recuperación integral, respetando tu ritmo, tu fisiología y tus prioridades.
¿Cómo trabajamos en consulta de fisioterapia abdomino-lumbopélvica?

Dolor Espalda
Los dolores de espalda son la afección más común en nuestra sociedad y es una de las principales causas de las bajas laborales en todo el mundo. Puede variar en intensidad, desde un dolor sordo hasta una sensación aguda. Un trabajo demasiado sedentario, un trabajo donde se realicen demasiados esfuerzos al levantar objetos pesados de forma incorrecta, unos hábitos posturales que invitan al desequilibrio muscular, la falta de tono muscular abdominal, la diástasis abdominal, los problemas intestinales, las cicatrices postquirúrgicas o incluso llevar implantado un DIU, puede generar dolores de espalda. No lo dejes pasar. Tu cuerpo te está avisando.


¿EL dolor lumbar te limita en tu día a día?

Dolor Sacrocoxis
La coxigodinia es una de las patologías que más incomodan en el día a día a la persona que lo sufre. Se caracteriza por molestias intensas al sentarse, levantarse o al realizar movimientos específicos. Sus causas pueden incluir traumatismos directos, como caídas, o estrés prolongado sobre el coxis, como estar sentado durante mucho tiempo en superficies duras. Otros factores de riesgo para sufrir este tipo de dolor son el parto, ya que los ligamentos pueden sufrir un gran estiramiento al pasar el bebé por el canal del parto, la impregnación hormonal del embarazo e incluso la hiperactividad muscular del suelo pélvico.
Tratarla es fundamental para evitar que el dolor se vuelva crónico y afecte la calidad de vida. Si no se trata adecuadamente, puede generar una mala postura compensatoria, lo que podría agravar el dolor y provocar tensión en otras zonas del cuerpo, como la zona lumbar o las caderas.


¿Sientes dolor al sentarte y levantarte?

Cirugías
Nos podemos encontrar con diversas cirugías dependiendo de la condición a tratar. Entre las más comunes se encuentran la apendicectomía (apéndice); la colecistectomía (vesícula biliar); la histerectomía (útero). También se pueden realizar cirugías para corregir hernias inguinales o lumbares, así como procedimientos para tratar tumores o quistes en órganos como los riñones, vejiga, útero, ovarios o intestinos (colon y recto), cirugías de endometriosis que afecten a diferentes zonas. Se incluyen además las plicaturas de rectos abdominales para corregir las diástasis y las cesáreas.
Las consecuencias de estas cirugías pueden incluir dolor postoperatorio o crónico, retracciones o adherencias en el tejido cicatricial, falta de movilidad entre los diferentes planos musculares y retracciones fasciales que afecten en el funcionamiento de órganos vecinos. La fisioterapia te ayuda a cuidarte después de cualquier cirugía, aunque hayan pasado años.


¿Han pasado años de una cirugía y no relacionabas ese dolor con ella?

Cicatrices
Las cicatrices son el resultado de la reparación de la piel tras una lesión o cirugía. Existen varios tipos, como cicatrices hipertróficas (que se elevan sobre la piel), queloides (crecen más allá de los límites de la herida), y cicatrices planas o atróficas (que se hunden). El proceso de cicatrización pasa por tres fases: inflamación, proliferación y maduración, y puede durar meses o incluso años.
Es fundamental tratar las cicatrices adecuadamente para prevenir complicaciones, como la fibrosis o la formación de cicatrices gruesas. La fisioterapia puede ayudar a mejorar la elasticidad de la piel y evitar que las cicatrices interfieran con la función normal. Utilizamos técnicas como la terapia manual, la radiofrecuencia, ventosas y microneedling.


¿Notas la cicatriz de la cesárea hundida, abultada o muy tensa?

Diástasis
La diástasis de rectos abdominales es una condición en la que los músculos rectos abdominales, situados en el centro del abdomen, se separan debido a la presión sobre la pared abdominal. Esto suele ocurrir durante el embarazo, cuando el útero crece y ejerce presión sobre los músculos, pero también puede darse en hombres o en personas con sobrepeso o que realizan esfuerzos físicos excesivos. El tratamiento de la diástasis es crucial para prevenir problemas a largo plazo, como dolor lumbar, incontinencia urinaria o problemas posturales. En casos severos, se puede recurrir a una cirugía.
Con la fisioterapia nos centraremos en dar alimento a esa línea alba, ese tejido conjuntivo que necesita ser trabajado, ya sea mediante ejercicios controlados o mediante técnicas de reestructuración del colágeno y la elastina.


¿Te has fijado que te aparece un bulto en el abdomen al incorporarte?¿Te molesta la línea media de tu abdomen?

Dolor Pélvico Crónico
El dolor pélvico crónico es una condición persistente que afecta la región pélvica durante más de seis meses y puede involucrar tanto a hombres como a mujeres. En las mujeres, puede estar relacionado con afecciones como la endometriosis, el síndrome de dolor miofascial, disfunciones del suelo pélvico o secuelas postquirúrgicas. En los hombres, las causas comunes incluyen la prostatitis crónica, disfunciones del suelo pélvico o lesiones en la zona pélvica. Esta condición no solo provoca dolor físico, sino que también puede afectar el bienestar emocional, llegando a provocar ansiedad o depresión.
El tratamiento fisioterapéutico es clave para mejorar la calidad de vida de quienes sufren de dolor pélvico crónico. A través de técnicas del suelo pélvico, se busca aliviar el dolor, mejorar la movilidad y restaurar la función pélvica. La fisioterapia también ayuda a reducir la inflamación y enseñar al paciente a gestionar el dolor, evitando la cronicidad y mejorando la funcionalidad en las actividades diarias.


¿Llevas más de 6 meses con un dolor en tu zona pélvica?
© 2025. All rights reserved.


Lunes-Viernes 9:00-21:00
Av. Aranzana, 29.







